El mundo de los televisores y los monitores fueron un mundo aparte hasta la aparición de los primeros monitores LCD a mediados de los 2000 con la aparición de la llamada alta definición. De repente, los componentes de ambos mundos, resoluciones e interfaces de vídeo pasaban a ser los mismos. Y poco a poco ambos mundos se han ido uniendo, pero respetando una frontera entre ambas partes. Sin embargo, esta se acaba de difuminar con la aparición del monitor GIGABYTE S55U.

El mundo de la televisión, desde el punto de vista técnico, se han producido más cambios en lo poco que llevamos en el siglo actual que en todo el siglo XX. No en vano no solo hemos visto el fin del tubo de rayos catódicos y la aparición de la alta definición, sino también con la aparición de la distribución del contenido a través de internet en vez de las clásicas ondas de radio. Todo ello hará que en un futuro no distingamos televisor de monitor y que ambas cosas terminen siendo lo mismo.

Nos encontramos ante un monitor que podríamos considerarlo casi un televisor, ya que su tamaño es de 54.6 pulgadas en diagonal, y, por tanto, no creemos que quepa en la mayoría de los escritorios. Obviamente, un panel Quantum Dot de este tamaño requiere una buena resolución para justificarlo y así es, por el hecho de que su resolución es de 3840 x 2160 píxeles o 4K, con una tasa de refresco de 120 Hz y un tiempo de respuesta de gris a gris de 2 milisegundos. Por lo que se trata de un monitor ideal no solo para conectarle nuestro PC, sino también para conectarle nuestras consolas de nueva generación.

La realidad es que la televisión convencional está muriendo a pasos agigantados y pronto acabara acompañando a los reproductores de vídeo en la papelera de la historia. Es por ello que la capacidad de ejecutar Android gracias al procesador interno del GIGABYTE S55U, hará que muchos lo utilicen como televisor principal en su salón de estar. Técnicamente, no es un televisor por el hecho de no tener un decodificador TDT, pero, ¿es eso relevante? Nuestra respuesta es no, a no ser que eches en falta el cada vez menos atractivo contenido de las cadenas convencionales.

Esto lo consigue al tener integrado un Chromecast de Google, lo que le permite tener aplicaciones como YouTube, Netflix y muchas otras para poder ver contenido desde el salón y poderle decir adiós definitivamente a tu televisor. Además, podemos descargar y usar aplicaciones a través de Google Play. Por lo que también podrás usar plataformas de juegos en la nube como Stadia o XCloud.